Jimena Lucas

“Soy la herramienta a través de la cual el arte expresa su necesidad de existencia”.

Con esta frase Jimena Lucas define su mimesis con el concepto de la creación artística.

Jimena Lucas, nacida en Uruguay en 1979, se sumerge en el mundo artístico de Torres García de la mano de su discípulo Ricardo Sánchez, con quien se formará desde 1995 hasta el año 2000 y quien influirá de forma decisiva en el concepto que la artista desarrollará en torno a la definición del proceso creativo.

La concepción del “Universalismo Constructivo” de Torres García, como arte absoluto y corriente de pensamiento cautiva a la artista.

La organización de las formas geométricas sobre una idea mística de la proporción y del orden, en la que se incluyen numerosos símbolos universales, la influye profundamente, sobre todo en el concepto matemático y geométrico de la organización del Universo.

El orden del cosmos regido por la razón universal es el responsable no de una forma de arte, sino del arte absoluto y universal.

Este concepto de la creación artística influye de forma poderosa en el sentido del proceso que Jimena Lucas sigue en su devenir como creadora artística.

Fuera de concepciones exclusivamente metafísicas Lucas, en su constante evolución, teoriza sobre lo que es el arte y define el proceso creativo en tres fases que llama TRANS: Transgresión, Transición y Transformación.

La visión macrocósmica de Torres García se convierte en visión microcósmica en el caso de Jimena Lucas donde la artista abre un canal a través del cual su mundo interno se proyecta al objeto al que debe adjudicar un sentido plástico.

La evolución del artista ha sido constante y su actitud multidisciplinar le lleva a investigar todas las técnicas como el ensamblaje, el collage, la escultura, las instalaciones, etc.

El dinamismo que muestra en sus obras atiende a una lógica matemática y geométrica donde no solo se produce un equilibrio entre las partes, sino que da una sensación de movimiento armónico que hace que las obras parezcan vivas.

La tridimensionalidad de sus obras pictóricas nos acerca al alto relieve dando una sensación de realidad subyacente que nace en nuestra realidad objetiva.